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sábado, 28 de abril de 2012

Prospección arqueolóxica en Meá, Día 3.

Llegaba el último día de trabajo. Mientras unos se encargaban con Stuart de ver la últimas lecturas del aparato, recogidas el dia anterior, y de llevarlo a aeropuerto, otros se encargaban, desde la base mugardesa de madrugar, aprovechando la marea baja, para ver los yacimientos arqueológicos catalogados en la ensenada de Santa Lucía.
Uno no deja de sorprenderse al ver como, inocentemente, mimetizados, y como queriendo no molestar, asoman tímidamente en la costa contundentes muros romanos de unos 2 m. de alzada... pero si, allí estaban, incomprensiblemente olvidados entre la agreste floresta, provocando la fascinación de todos nosotros.
Ver yacimientos con "solera", como Caldoval. (fuente de polémicas por la afección de Reganosa al mismo  y hoy en día "encarpado" en las cercanías) te hace pensar, darle vueltas a que demonios era todo aquello, el porqué de tanta construcción romana, tanta densidad de yacimientos... es imposible dejar de soñar con como serían tantas y extrañas "villae"... y con eses enormes almacenes romanos que cuentan quienes los vieron (antes de que todo fuera metido en cajas) ...siempre viene a la cabeza las palabras acerca del Portus Magnus Artabrorum de los clásicos... pudiera ser?
En fín, que ensoñaciones aparte, el caso es que se pudo ver toda aquella maravilla, un poco apurados por la marea, y entre chaparrón y chaparrón de aquella mañana de miércoles. 
No estuvo toda la "aventura"  matutina ajena de percances para los cuatro exploradores (jalón y cámaras en mano): Sorprende el verse amenazados (literalmente) por una familia de furtivos de la almeja, raño en mano, para que no les hicieramos fotos... y tras la sorpresa inicial, las explicaciones: "nosotros vigilamos el patrimonio, pero el cultural, los cacharros y las piedras viejas, vamos..." Relajados y confiados, nos instruyen en por donde escapar de la marea y cual es la almeja "más mejor"... Tambien cuentan una especie de verdad revelada: estamos dominados por cyborgs ocultos, y vendrán los ovnis algún día. Él (el del raño), cree... sin comentarios...
El "episodio furtivo" no fue el unico percance de la mañana. Alguno sabreis que ver yacimientos en tierras que llevan años sin trabajar, cubiertos por zarzas, no le hacen a uno ver desniveles y muros de casi un metro... hasta que los pies pisan solo aire y la caída, más dolorosa en el orgullo que otra cosa, te dejan ver obras que quizás han sido hechos cientos de años atrás, y que hoy yacen ocultas, comidas el tiempo y la vegetación... Enhorabuena a Erik por enseñarnos a descubrir "de tacto" y no "de visu".
La visita de Nacho Crespo, Arqueólogo de Argos Arqueología SL. marcó el final de la mañana de "paseo"... reconfortados, a seco, y ya con el resto del equipo del proyecto, nos tomamos un buen pulpo a la mugardesa, comida obligada de todo visitante a la Villa. La comida se inició con los relatos matutinos y el buen pulpo, pero iba a estar aderezada con otra"suculenta" sorpresa: Según los últimos datos tomados, había una estancia rectángular, aislada, en el parking, probablemente de origen romano...!! 
Hablando de las posibilidades, de las ideas, y de si posiblemente se habían hallado tumbas, y hogueras de cronología incierta... y sobretodo de esa estancia y ese maravilloso muro, dejábamos fluír las ideas... y sobretodo las ganas de continuar con el proyecto, que aumentaban a medida que se saciaba el hambre...
La tarde fue un tanto más relajada. Tan solo la prospección intensiva de todas las parcelas escogidas, (muchas de ellas impracticables, o sin trabajar, con lo cual no dieron ningun resultado) y toma de datos y fotos finales de detalles y características de todo el entorno.
Fuimos cerrando el día JC, Vane, Erik, Alba, Rebeca, David F., y Nacho (como artista invitado), nos faltaron Stuart, David V. y Antón, aquella tarde, pero desde luego fueron partícipes de nuestra satisfacción y felicidad por el éxito del proyecto. 
Como final más solemne, se produjo la entrega por el "presi" del correspondiente diploma a Rebeca, y una breve conversación en la "base", antes de la retirada, acerca de las ideas a partir de entonces... pero ya se ha escrito mucho por hoy! lo dejamos para la siguiente entrada! No se la pierdan!!

lunes, 23 de abril de 2012

Prospección arqueolóxica en Meá, Día 2.

Un muro romano en el parking, paralelo a la iglesia. Esa fue nuestra buena nueva a primera hora del martes. Inmediatamente, los primeros grandes (y buenos) resultados nos hicieron trabajar con más ahínco, aquella fría mañana. Divididos en grupos, acabamos de hacer la prospección geofísica en el resto del parking que nos quedaba (obviamente, buscando la continuidad de ese muro) y en el campo que se había iniciado el día anterior, previo aniquilamiento (hoz en mano) eso si, de la multitud de helechos que dificultaban las tareas arqueológicas...

Pensar, pensando...  mientras trabajabamos... se nos ocurrió... mmm... si ese muro continúaa... et voilà!, en la rampa de bajada a la ensenada, por donde habíamos pasado ya algunas veces, y cortado por quien, en su buena fe, había trabajado para darle mejor acceso a la bahía de Santa Lucía, aparecía a los lados, oculto bajo la maleza, la caja y la zapata del "murito" romano, en todo su esplendor, con varias hiladas en alzado y un bonito y regular derrumbe de tégulas y nivelaciones de terreno pegados a él. Obviamente lo primero que pensamos fue en un muro de contención o de aterrazamiento, pero de momento lo tenemos que dejar todo en especulaciones, a falta de una continuación (por ahora) de los trabajos en una ansiada fase II... 

Sea como sea, esta vez, la prospección geomagnética había dado en el clavo... y lo pudimos comprobar al día siguiente, in situ!!

Continuamos los trabajos de prospección en todo el entorno de la iglesia, aquel martes de Semana Santa; apurados por la procesión de la tarde y regulando el tráfico, y con la ayuda inestimable de Antón y de nuestra compañera Rebeca, que colaboró amablemente a "echar" a los pobres fieles que aparcaban en la zona en que trabajabamos (entre ellos su abuelo, que, tras una interesante conversación nos contó magníficas historias y leyendas de la zona, de rico folklore, y microtopónimos del entorno, de gran utilidad para nuestro estudio ).

 Una vez  listos los terrenos seleccionados frente a la iglesia, dejandos para la tarde, tras la comida, la parte más cercana al cementerio: la parcela en la que teníamos permiso de trabajo, y el camino de acceso al resto de propiedades. Continuaríamos con nuestro método, extendiendo nuestra malla de 20x20 metros a lo largo de toda la carretera, sorteando muros y desniveles varios.

Como siempre, todo fue desarrollado con éxito y gran voluntad de todos y cada uno de los que generosamente venían a echar una mano, cumpliendo todos los objetivos de prospección marcados antes de la realización de las labores en campo, cosa que antes del inicio nos parecía casi imposible.

Al final del día dimos por finalizadas las labores de prospección geofísica, dejando el próximo día (miércoles) de trabajo para la prospección visual propiamente dicha, y la visita a los yacimientos del entorno.... pero no sin antes acercarse al puerto de Mugardos, magnífico entorno para celebrar en una terracita, cervecita en mano, el éxito de los trabajos, y despedir a nuestro invitado, deseándole un buen y feliz retorno al amigo Stuart, que cogería el avión a las 12 del día siguiente (Algunos ya no lo veríamos....) Como diría herr David Varela: Danke und Viel Glück, Doc! esperamos poder disfrutar de tu compañía en alguna otra buena ocasión!

En fín... que finalizó la jornada... a cama prontito, que mañana es el último día de trabajo y nos depara alguna sorpresa más!





jueves, 19 de abril de 2012

Prospección arqueolóxica en Meá, Día 1.


Llegó el gran día. Este Lunes, 2 de abril de semana santa del 2012, sería el primer día de trabajo de campo del proyecto de investigación histórico/arqueológica en el entorno de San Vicente de Meá.

Se iniciaría la prospección geofísica con el magnetómetro traido de UK, marca Bartington; un detector de fabricación artesanal (hecho por un ex-militar de la 2ª WW). El objetivo sería "pasarlo" por los los campos más idóneos de albergar restos arqueológicos seleccionados previamente para el estudio. Todos, a excepción (inexplicable) de los terrenos propiedad de Forestal del Atlántico, que, sin una respuesta coherente y de manera lacónica, y un tanto hostil, negó la autorización pertinente para poder actuar. Decepción generalizada.

Metidos ya en faena, y mientras el manipulador del aparato lo calibraba, ibamos posicionando la primera parcela, triangulándola en el entorno y estableciendo la primera cuadrícula de trabajo de campo, parte de una malla imaginaria con cuadrículas de 20x20, regidas por una hipotética línea maestra establecida a través de todo el terreno escogido.

El trabajo desde el primer momento se desarrolló con bastante rapidez, con casi todo el equipo cambiando los tramos de los carriles (espaciados a una distancia regular marcada por Stuart) a medida que se iba realizando las cuadrículas seleccionadas de esa primera parcela.

Por cuestiones de calendario (tengamos en cuenta que era el entorno de la iglesia, en Semana Santa) se decidió, en cuanto se finalizó la primera parcela, acometer el parking. para ello se planificó tranportando la malla al otro lado de la carretera (y controlando el tráfico rodado de la zona) y preparando los puntos base, antes de irse a comer.

Ya de tarde (tras una buena comida en el núcleo de Mugardos) se comenzó a estacar el aparcamiento y a realizar la primera cuadrícula. La dificultad de clavar los carriles en ese suelo compacto y endurecido de tanto uso vehicular dificultó notablemente la velocidad de trabajo, pero no obstante, se hizo. Tras finalizar la primera cuadrícula, se decidió cambiar de terreno y probar en otra de las parcelas seleccionadas (en el área más cercana a la iglesia de la parcela más alejada) hasta finalizar el día. Debemos resaltar que el trabajo de esta parte, fue realizado admirablemente con José Carlos, en el papel de manipulador del magnetómetro (eso si con ayuda del experto). Todos nos desplazamos hasta nuestros respectivas "bases" de operaciones...

Fín por hoy? no, aún no...

Llegada la nocturnidad a la "base" mugardesa (que contaba con la incorporación de un nuevo inquilino, Antón) se recibió una llamada (con alevosía) de José: Stuart había descargado los datos del primer día de trabajo, y nos decía:"...ha aparecido un muro, seguramente romano, en el aparcamiento..."

Felicidad y sorpresa colectiva... Continuará...